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Abril 14, 2006

El destello formidable de la República

Soledad Gallego-Díaz

La República que se conmemora el 14 de abril tuvo personajes magníficos. Probablemente, como decía el periodista Hunter Thompson, hay momentos en los que sin que se sepa por qué la energía de toda una generación produce un destello formidable. Eso fue la proclamación de la II República española: un destello de esperanza en un mundo que todavía no conocía Auschwitz, ni Hiroshima ni el Gulag. Un destello magnífico cuando todavía las esperanzas estaban intactas. Negarse a reconocer lo extraordinario de aquella experiencia, como proponen los negacionistas del Golpe de Estado del 18 de Julio, resulta mezquino, no para la izquierda de este país, sino para el país entero. La II República no es hoy día la herencia de un partido, sino la herencia que dejó aquella generación, de la que se esperó mucho, a esta otra, a la que mucho le es dado, en uno de esos misteriosos ciclos de los que hablaba Roosevelt.

Uno de esos personajes formidables fue una mujer a la que no se cita frecuentemente entre los creadores de la II República, pero sin la que la Constitución de 1931 no hubiera incluido nada menos que el sufragio universal. La feminista Elizabeth Stanton decía que la República consistía en dar a los hombres sus derechos, nada más... "Y en darle a las mujeres sus derechos, nada menos". Y eso es exactamente lo que consiguió Clara Campoamor. El debate que propició aquella diputada madrileña, su herencia, sigue vigente hoy día: ¿se puede posponer el reconocimiento a la igualdad legal de las mujeres hasta que se produzca una modernización suficiente de la sociedad, encomendada a los hombres?

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Ignacio Escolar | Abril 14, 2006 10:50 AM


Comentarios

#1. Publicado por Rafita - Abril 14, 2006 11:36 AM.

Precioso artículo, recordemos que el voto femenino era prácticamente una innovación para aquel entonces, apenas había países que lo hubieran aceptado estando ya en pleno siglo XX.

A todas esas mujeres y hombres que lucharon por la República, por hacer la paupérrima España (tanto en bienes como en valores) una realidad mejor, a todos ellos mi más absoluto respeto y admiración.

Viva la República!

#2. Publicado por Kamui - Abril 14, 2006 11:42 AM.

jejeje, hay gente que quieren volver al franquismo y otros más atrás en el tiempo

Pues eso ¡reboot!

#3. Publicado por edmont - Abril 14, 2006 12:36 PM.

"...Las revoluciones son contagiosas y de haber triunfado aquí, y lo hubieramos podido lograr, podríamos haber cambiado el mundo. No pasa nada, ya llegará nuestro día..." David (protagonista de Tierra y Libertad)

#4. Publicado por potato - Abril 14, 2006 01:07 PM.

Efectiviwonder, en la peli de "Tierra y Libertad" se plasma esa idea de que muchos brigadistas vinieron a luchar no por España o por la república, sino porque pensaban que iban a cambiar el mundo. La decepion , como muy bien muestra la pelicula, a medida que avanzo la guerra fue mayuscula. Mas por la actitud del PCE dentro del bando republicano que por la guerra misma . Un PCE que vio incrementada su influencia desde la URSS ,fue el unico "pais" del que la Republica pudo obtener ayuda gracias a la (ironic mode on) "dignisima" postura de no intervencion del resto de los paises "democraticos" .

Saludos

Y Viva la República.

P.D:A ver si la Leti logra llevar a cabo el trabajo que le encomendamos y se carga a la Monarquia desde dentro. Tenemos otro agente doble en cierta emisora de radio que tambien esta haciendo un buen trabajo con la Iglesia.

Si todo va bien podremos reinstaurarla en pocos años.

#5. Publicado por Small Blue Thing - Abril 14, 2006 01:42 PM.

Di que sí, potato ;)

¡A la Tercera va la vencida!

#6. Publicado por baldarras - Abril 15, 2006 01:37 AM.

Una pregunta -sin acritud- para todos los pro-republicanos.

Que ventajais veis en una posible re-restauracón de una Republica en España (frente a la actual monarquía parlamentaria)?

Gracias por vuestro tiempo

#7. Publicado por glub - Abril 15, 2006 01:55 AM.

Una pregunta -sin acritud- para todos los pro-republicanos.

Que ventajais veis en una posible re-restauracón de una Republica en España (frente a la actual monarquía parlamentaria)?

Gracias por vuestro tiempo
Publicado por: baldarras a las Abril 15, 2006 01:37 AM

Oh! ¡¡¡Rayos y truenos!!!


Me he pasado medio dia trolleando al troll (inutilmente por lo que veo) para al final de la ardua jornada tener que responder a este tipo de preguntas.


Dimito.

Que coja otro el testigo.

#8. Publicado por Eduardo - Abril 15, 2006 02:05 PM.

Segunda parte del artículo publicado por el Ex senador socialista D. Guillermo S. Fernández ( www.politicaen.com )


LA MENTIRA REPUBLICANA DE ALGUNOS DIRIGENTES NOSTÁLGICOS (II)

En principio y a partir de lo abordado en la primera parte, resulta igualmente imprescindible resaltar que, a pesar de que como es bien sabido se puso en marcha una vez comenzada la dramática guerra civil española todo un proceso de auténtico exterminio en el Frente Popular a través de las ya más que conocidas y espeluznantes checas -imitando, claro está, lo llevado a cabo en Rusia con respecto a la llamada “revolución” socialista-, los actuales dirigentes socialistas y sus aliados -tan proclives a “desenterrar muertos” y a remover tan maniquea y parcialmente la “memoria histórica”-, tampoco han tenido nunca ni la decencia ni la delicadeza de pedir perdón a los españoles ante tanta atrocidad como cometieron en el pasado sus antecesores.

Indudablemente, todo un amplio elenco de hechos terribles que, tal y como pretenden, de ningún modo pueden quedar sumidos en el olvido u ostracismo. Hoy, y sobre todo gracias también a la inestimable ayuda de los por fin abiertos archivos soviéticos, ya no les es posible por más tiempo la intencionada ocultación o enmascaramiento de tanta villanía, crueldad y perversidad como propiciaron los susodichos dirigentes socialistas y sus aliados. Ni tan siquiera, por más que éstos sigan tan demagógica y ruinmente empecinados en continuar utilizando como excusa y arma arrojadiza hacia todo lo que discrepa, el recurso al ya más que harto superado pasado franquista o cualesquiera otro tipo de descalificaciones “ideológicas”.

Muy particularmente porque, a diferencia de lo que sucede con el PSOE y sus aliados (Ezquerra, PNV, PCE…), el PP es un partido que realmente ha nacido dentro del actual régimen político, además de haber quedado más que probado el impecable respeto de éste a la legalidad vigente e, incuestionablemente, el absoluto talante democrático del mismo. De ahí que, como tal, no se pueda ni deba atribuírsele vinculación alguna con aquel funesto y aciago pasado. Salvo innegable falsedad y muy mala fe.

Por todo lo cual, además de tratarse de una absoluta injusticia y una mezquindad la sectaria y “enfermizamente” revanchista actitud y odio que, tan ignominiosa y desesperadamente, vienen tratando de construir los dirigentes socialistas y demás “comparsa” de cara a la “galería” y con el exclusivo fin de intentar neutralizar e incluso eliminar de la escena pública al PP y cuanto éste representa -para, de ese modo, allanar el camino hacia el lamentable y pernicioso “mercadeo” político en que quieren involucrar a ingenuos y pretendidamente embaucados ciudadanos-, evidentemente, todo ello, resulta aun más patético y sonrojante. Esencialmente, si se tiene en cuenta la gran cantidad de gente inocente injustamente aniquilada, y de la forma más bárbara y cruel que pueda imaginarse en las susodichas terroríficas checas del bando republicano: en torno a unos ocho mil religiosos y religiosas, aproximadamente. Algo tan terrible y trágico como que, definitivamente y perdonen la expresión, en realidad torturaban y mataban a las personas como si de simples “chinches” se tratara. ¿Y todo por qué? Sencillamente, porque como Marx había apuntado: “había que exterminar a sectores completos de la sociedad para hacer posible la conquista de la dictadura del proletariado”.
Por si no hubiera sido suficientemente dramático en sí mismo el incesante goteo de gente asesinada durante años y años, por unas autodenominadas y desenfrenadas izquierdas que se disputaban la representación obrera y se masacraban entre sí, además de lo antedicho, acabaron eliminando a decenas de miles de ciudadanos laicos por el mero hecho de ser católicos, maestros, adversarios políticos, propietarios, empresarios…, y numerosísimas quemas de iglesias, conventos, escuelas, archivos y todo cuanto encontraban a su paso. ¡Un auténtico caos! Imágenes tan crueles, como tirotear a la gente a la salida de misa, arrastrarla…, y sólo por no ser afines a su depravante locura.
Por otra parte y que duda cabe conviene no perder de vista que, al margen de meros formalismos, las autodenominadas izquierdas, en realidad nunca han compartido una defensa real e inequívoca del respeto a la libertad individual de la persona, del libre pensamiento, ni de la democracia. Obviamente y como así ha sido a lo largo de toda su historia se trata de ideologías totalizantes que, a fin de hacer viable su proyecto de pensamiento único, necesitan de personas moralmente desarmadas, sin principios ni valores, e incapaces de pensar y de actuar por si mismas fuera del férreo dirigismo al que siempre acaban sometiéndolas.
En base a lo antes mencionado tan es así que, en el cambio teórico de la mencionada “dictadura del proletariado” de Marx hacia la “hegemonía del proletariado” defendida por Gramsci, este afirmó categóricamente que habría que destruir la religión y la familia para poder hacerse con el control y sometimiento de la sociedad. ¿Les suena? ¡Claro que sí! Justamente, lo que vienen pretendiendo también ahora los actuales dirigentes socialistas con sus viscerales ataques a una y otra cuestión, así como importantes tradicionales principios y valores aun vigentes. Nada es en absoluto casual, matrimonio homosexual, “eliminación” de la asignatura de religión… y, para rematar “la faena” -utilizando términos taurinos-, la nueva “formación del espíritu nacional” con la que pretenden conducir a la sociedad hacia su trasnochado añorado “régimen socialista”.

Indefectiblemente, estamos ante vulgares maniobras de “políticos” aprisionados por una decadente, degradante y arbitraria obsesión por el poder, y cuya moral no es otra que su tan anhelado deseo de alcanzar el más férreo control y sometimiento de la voluntad ciudadana. Lo que es lo mismo, nada que ver por tanto las pretensiones de dominación y confrontación social de estos caciques de nuevo cuño -tanto si se trata de socialistas como de nacionalistas-, con aquella fundamental e inalienable premisa de contribuir a facilitarle a la persona la potenciación de su propio carisma de cara a que, algún día y en aras a alcanzar un mundo mejor y más justo, la misma pueda llegar a lograr la totalidad y plenitud de su propia humanidad.
En consecuencia y salvo que alguien pueda estar afecto del más enfermizo complejo, falsos prejuicios, absoluta maldad, fanatismo o ignorancia histórica, lo más antinatural, depravado y deleznable se encuentra en todo cuanto sucedió durante la tan entonces denostada República, como para llegar a plantearse, siquiera remotamente, la posibilidad de encontrar alguna reminiscencia justificativa a nivel político-ideológico. O, mucho peor todavía, poder sentirse de algún modo identificado, satisfecho u “orgulloso” ante tan extrema irracional crueldad. Así pues y visto lo visto, más les valdría a los dirigentes socialistas volver al espíritu del consenso del 78 y ejemplar desarrollo posterior, y dejar de seguir envenenando tan obscena y maliciosamente la concordia, armonía y convivencia mantenida hasta hace bien poco por la inmensa mayoría de los españoles, y durante el más largo periodo democrático de su historia.
Por cierto que, haciendo un pequeño paréntesis a los efectos de constatar el enorme grado de miseria moral que, en ocasiones, viene rodeando a la no pocas veces demasiado aparente miserable y “barriobajera” actitud del actual y más demagogo presidente de gobierno que se recuerde, éste no debiera olvidar tampoco los en torno a dos mil muertos ocasionados a resultas de uno de los golpes de estado dados por los socialistas contra el poder legalmente constituido -y más concretamente, el perpetrado conjuntamente por el PSOE y la Ezquerra en 1.934. En el que, para mayor horror, se llevaron a cabo también atrocidades exterminadoras por parte de la autodenominada izquierda contra inocentes jóvenes y mayores religiosos, enseñantes... Golpe de estado ante el que, paradójicamente y leal al gobierno de derechas del momento, participó por cierto el capitán Juan Rodríguez Lozano, abuelo del presidente del Gobierno actual.

En tal sentido, los consiguientes enfrentamientos suscitados a resultas de la antes mencionada insurrección, se produjeron entre el destacamento militar enviado por el ya entonces general Franco a la zona y dirigido por éste desde Madrid -y del que formaba parte el aludido capitán Rodríguez Lozano-, por un lado, mientras que del otro lado se trataba de un ejército a combatir integrado por unos treinta mil mineros asturianos bien pertrechados, y bajo la dirección de los miembros del PSOE: Ramón González Peña, Belarmino Tomás y Teodomiro Menéndez -y quienes, para desgracia de no pocos inocentes, siguieron de forma espeluznante patrones que arrancaban directamente de Marx y que recordaban la cruenta represión que, hacia sectores concretos de la población, padecían en Rusia.
Curiosamente y paradojas del destino, el capitán Rodríguez Lozano acabó siendo tan fuertemente tiroteado por los golpistas “revolucionarios” de izquierdas en Asturias donde se había prolongado la duración de la insurrección, que estuvo incluso a punto de perder su vida a manos de los que coloquialmente se conocen como los “rojos” y, consiguientemente, antecesores correligionarios de los dirigentes socialistas de ahora.

Así que, lamentando sin duda alguna y como no podría ser de otro modo la posterior muerte durante la continuación de la guerra en el 36 del susodicho capitán a manos del bando nacional, en definitiva se trató de un profesional del ejército que, como otros tantos miles de militares que permanecieron leales a las autoridades políticas de la República -y de los cuales muchos perdieron la vida al igual que les sucedió a otros muchos del bando contrario-, se limitó a cumplir lealmente órdenes militares con un gobierno de izquierdas lo mismo que, anteriormente, había hecho con un gobierno de derechas durante la represión contra un ejército de mineros sublevados a instancias de los dirigentes golpistas socialistas.
Definitivamente, sin menoscabo alguno de su memoria y cumplimiento del deber militar, nada que ver con la especie de “romántica historieta revolucionaria” que para sectores nostálgicos ha pretendido construir el presidente del Gobierno. Tal vez y eso parece desprenderse, con la “oportunista” intención de tratar de implementar su escaso o “deficitario” currículum práctico a nivel político-ideológico, alimentar el odio y envolverse en una sorprendente “fantasía legitimatoria”.
Desde el respeto al particular sufrimiento personal que invade a todo aquel que ha perdido a un ser querido -cualesquiera que hayan sido las circunstancias-, tanto lejos de caer en actitudes que pudieran llegar a ser, comprensiblemente, interpretadas como algo derivado de una incalificable pobreza “espiritual”, el actual presidente debiera haber tenido la mínima altura moral e imparcialidad que debe caracterizar siempre a un verdadero estadista. Fundamentalmente, habida cuenta de la implícita aparente tentación que subyace en el fondo de recurrir a despertar inoportunos e injustificados revanchismos, así como de una “mercantilista” pretendida utilización del dolor propio de cara a tratar de capitalizar políticamente la compasión y, de paso, despertar la empatía del dolor ajeno.
Por último y dicho sea de paso, recordar que rara es la familia en España que no ha tenido muertos de uno y otro lado y, sin embargo, no se dedican a ir por el mundo intentando manipular e intoxicar con ningún tipo de insidia ni “miseria moral” a la gente. Muertos inocentes en ambos bandos, y todo hay que decirlo, que en su mayoría y muy especialmente debido a la irracional e intransigente barbarie de unas autodenominadas izquierdas con desbocadas aspiraciones “revolucionarias” y unos nacionalismos sedientos de independencia, se vieron ineludiblemente obligados a padecer contra su voluntad la peor de las pesadillas: “la locura de enfrentarse en una guerra entre hermanos”. Por eso y sin que ello presuponga el olvido, nunca más oportuno aplicarle al momento aquello que el escritor italiano Alfredo Pancini decía: “La página abierta de la vida es hermosa, pero es más bella todavía la página sellada”

Guillermo Fernández Pérez
Ex senador

#9. Publicado por troll - Abril 17, 2006 12:25 PM.

Muy bonito, pero no hay que olvidar que de esas lluvias llegaron los lodos posteriores.

Respecto a los derechos de la Mujer, ninguna mujer sera igual a un hombre hasta que se elimine el instituto de la mujer y la discriminacion positiva. Esto tambien va por los disminuidos, gitanos y todas aquellas minorias con trato de favor.

Si todos somos iguales porque mi mujer tiene unos derechos que yo no tengo, por ejemplo los meses por nacimiento de un bebe.

Esta discriminacion positiva hace que los que no tenemos el derecho estemos mejor vistos de cara a la empresa, aunque tenga un niño, no voy a estar 3 meses de baja.

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