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Cuatro reflexiones sobre la prima de riesgo

Daniel Basteiro

1.- La reforma del sistema financiero está a medias. Decir que los mercados financieros no funcionan correctamente puede parecer una obviedad, pero nunca su efecto fue más devastador. No supieron prevenir la crisis financiera que estalló con la caída de Lehman Brothers y en su secuela, la crisis de deuda soberana, ponen en el punto de mira a países cuya gestión actual de la crisis en modo alguno explica dudas tan acentuadas. Pasaron de no inmutarse por nada a la histeria. Ambos extremos acaban siendo subsanados gracias a enormes sumas de dinero público.

O se acepta que la especulación totalmente libre (ya sea con hipotecas basura o con deuda pública) es el mejor de los sistemas, o se cambian las reglas de juego y se limita la licencia para matar. Un paso intermedio en los países que se manejan en euros cambien su manera de relacionarse con los especuladores a través de la imposición de límites a los excesos y la integración económica para compartir riesgos y evitar flancos débiles.

2.- En Europa está parte del problema y de la solución. Durante más de 10 años, los países del euro se han comportado como los armadores del Titanic. Maravillados por la genialidad del concepto, se olvidaron de que en el océano también hay icebergs. Ignorar los beneficios de toda una década es tan simplista como ignorar sus deficiencias, que sólo ahora se empiezan a corregir. Hace tan solo unos días, los líderes del euro pactaron el segundo rescate de Grecia y flexibilizaron el fondo de apoyo al euro para intervenir en los mercados de deuda, pero al plan le faltan semanas para estar plenamente operativo.

En sí, es un hito en la contrucción de una Unión Europea económicamente federal que está obligada a conjugar sentimientos nacionales a veces contrapuestos. Como ningún país se plantea abiertamente abandonar la moneda única, no hay opción a compartir compañeros de viaje. Aunque a veces la travesía parezca un infierno.

3.- La prima de riesgo no entiende de color político. Un repaso a la situación europea basta para darse cuenta de que la crisis de la deuda soberana merece cierta altura de miras. Que en Italia Gobierne la derecha con políticas de derechas y años por delante hasta las próximas elecciones no ha evitado una situación de alta tensión. El cambio en Portugal, desencadenante de su rescate, no ha evitado ni más recortes sociales ni rumores sobre un segundo programa de ayuda. Es ingenuo creer que la convocatoria de elecciones o un cambio en el inquilino de la Moncloa es suficiente para restablecer la confianza.

La campaña electoral puede ser la más crucial de la democracia. De momento se debaten asuntos como si Alfredo Pérez Rubalcaba es el líder del PSOE o si Mariano Rajoy es un político de centro, pero de la capacidad del próximo Gobierno para dar carpetazo a la crisis dependerá el bienestar a medio plazo de sus gobernados. Nunca fue tan necesario un debate sobre ideas y propuestas concretas.

4.- Es el crecimiento, estúpido. Un argumento recurrente de las agencias de calificación es la debilidad del crecimiento de los países más acorralados por la especulación. Paradójicamente, lo dicen al mismo tiempo que exigen recortes del déficit para demostrar que se pagarán las deudas. En realidad, el control del déficit es imprescindible, pero siempre que se subordine a la expansión de la economía, de la que depende la creación de empleo, la recaudación de impuestos y el pago de las deudas.

La Unión Europea lleva un par de años obsesionada sólo con el control del gasto público. Para economías que funcionaban antes de la crisis puede ser suficiente. En el caso de la española, hace ya tiempo que se superó el punto de no retorno, llamado también estallido de la burbuja inmobiliaria. Como el ladrillo no va a volver, porque todavía no se ha ido, podríamos dedicar este mes de agosto a pensar qué podemos hacer mejor que nadie y centrarnos en la tarea. Y no me refiero a descansar en nuestro lugar favorito.

16 comentarios en “Cuatro reflexiones sobre la prima de riesgo”

  1. # Jose Luis Hidalgo dice:

    “Nunca fue tan necesario un debate sobre ideas y propuestas concretas”. Si, eso es exáctamente lo que todos esperamos que haga Rajoy durante la campaña, si…

  2. #0 basteiro.com » Cuatro reflexiones sobre la prima de riesgo dice:

    […] (Entrada publicada simultaneamente en Escolar.net) […]

  3. #0 Carlos Arrikitown dice:

    “La campaña electoral puede ser la más crucial de la democracia. De momento se debaten asuntos como si Alfredo Pérez Rubalcaba es el líder del PSOE o si Mariano Rajoy es un político de centro, pero de la capacidad del próximo Gobierno para dar carpetazo a la crisis dependerá el bienestar a medio plazo de sus gobernados. Nunca fue tan necesario un debate sobre ideas y propuestas concretas.”

    El debate no puede ser local. Nadie puede hacer nada si no lo hacen todos. Marihuano jugaba en qué equipo?

  4. #0 JPatache dice:

    De momento, Europa no parece ser ni eficiente ni eficaz en los rescates, ni en los apoyos, ni en dar sensación de bloque sólido. No termina de empezar bien a enderezar la situación como un grupo solidario, ni permite el salvamento por sus propios medios que podría hacer un país fuera del pretendido bloque. Demasiados envites a chica de pequeños intereses nacionales de cada cual. No están dando la talla ni por asomo.

  5. #0 JPatache dice:

    Buen post, por cierto.

  6. #0 CyberBeata dice:

    ¿Está pasando algo raro en Sol, por órdenes directas del infecto ministro del interior del P(SO)E, o son rumores sin confirmar?

  7. #0 CyberBeata dice:

    Antonio Camacho Vizcaíno tiene más pinta de galero que Rubi. Vamos que le pega más.

  8. #0 Jeronimo Fuentes dice:

    “podríamos dedicar este mes de agosto a pensar qué podemos hacer mejor que nadie y centrarnos en la tarea”
    Turismo y emigrar. En lo demás somos tirando a normalitos, en el mejor de los casos.

  9. #0 Alberto81 dice:

    “podríamos dedicar este mes de agosto a pensar qué podemos hacer mejor que nadie y centrarnos en la tarea”
    Pues construir cosas.. viviendas y obra pública. En eso somos potencia mundial, pero no podemos seguir haciendolo en España. Habrá que irse al extranjero

  10. #0 Fétido dice:

    Tocarnos los güitos. En eso somos una absoluta potencia mundial. Hay que poner a cada recién nacido un acumulador de energía en los cataplines y llegaremos a la autosuficiencia energética en cero coma.
    También se nos da de la hostia fabricar hijos de puta y cristofreaks. Hay que conseguir convertirlos en artículos de exportación. Estafadores, trileros… También tenemos a señores que gritan cuál cerdo en matanza y dicen que cantan… Hmmm, a Bisbal ya le hemos dado salida… Telebasura, caspa radiofónica…

  11. #0 sazeip hasta que güerva el tema clásoci… clúsic… el tema clásico dice:

    #10 Fétido

    …y un expresidente bajito que trabaja como embajador privado y es un compendio de todo eso junto.

  12. #0 Carlos Arrikitown dice:

    Me apetece decir algo positivo sobre el director de damage control de la iglesia pederasta. Su trabajo lo hace bien.

    (Curso: Que no te roben el discurso 101, 4 creditos. Requerimientos: tener más de diez años)

  13. #0 Carlos Arrikitown dice:
  14. #0 feministo dice:

    echo de menos la visión del “decrecimiento”

    http://es.wikipedia.org/wiki/Decrecimiento

  15. #0 tiocamilo dice:

    4.- Es el crecimiento, estúpido.
    Me temo que como no se hagan políticas económicas anti cíclicas, ergo incremento del gasto público, olvidémonos del crecimiento. Pero ¿cómo incrementar el gasto público sin incrementar el déficit ni endeudarnos más, que, está claro, no podemos? ¿Qué hay de los ingresos y de la economía sumergida? ¿Se hablará de ello en la campaña? Al hilo de otros post: soy de izquierdas y lo digo alto y claro.

  16. #0 Sesión de hoy en el mercado: el sistema es insostenible | :: Jorge Valín Weblog :: dice:

    […] crecen por su gasto estatal, ni déficit ni deuda. Nacho Escolar nos dejaba el otro día una de sus habituales perlas económicas: “Un argumento recurrente de las agencias de calificación es la debilidad del crecimiento de los […]