mar 05 2009

La comisión de ocultación

“Yo no sé qué están intentando ustedes investigar. Someter a investigación lo que se ha hecho durante los Gobiernos anteriores me parece un poco ridículo. El problema no está en las estructuras, ni en cuándo se crean ni en cuándo se refuerzan, el problema es que se les encargue aquello que no deben hacer y además es ilegal, si eso es lo que ha sucedido, que supongo que es lo que tiene que determinar esta comisión y las instancias judiciales.

Estas comparecencias, las de los señores Mayor y Cano y la mía, me parecen un despropósito. Nada tiene que ver la historia de un servicio con que en un momento determinado pueda hacer algo que no debería haber hecho. Es como si cuando ocurrió lo de Luis Roldán [ex director de la Guardia Civil] se hubiera creado una comisión de investigación y hubieran llamado desde al duque de Ahumada [creador de la Guardia Civil en el siglo XIX] a todos los directores generales. Es absurdo. Desde luego, cuando yo fui competente estos técnicos no desarrollaron nada relacionado ni de lejos con espionaje político”.

Pedro Calvo, ex consejero de la Comunidad de Madrid, ayer en la comisión sobre los espías de Madrid.

20090305elpepivin_2.jpg


feb 14 2009

Guerra nuclear en el PP

En el grupo popular de la Asamblea de Madrid les cuesta recordar otra reunión más tensa. Jueves, 12 de febrero. Esperanza Aguirre habla a sus discípulos. Se sienta con el resto de los parlamentarios del PP en las Cortes de Madrid, en la habitual reunión antes del pleno de la Asamblea. Nada extraordinario en otra semana de pasión para un PP que descubre, con miedo, que lo peor siempre está por venir. Habla Aguirre y expone su análisis: “El PP está siendo víctima de una persecución socialista”. Para Aguirre, todo forma parte del mismo plan: Garzón, los espías, los dosieres… Los diputados regionales asienten. ¿Todos? No. La diputada regional Carmen Rodríguez Flores pide la palabra. Si el PP lleva un 2009 difícil, su racha personal ha sido aún peor. Su nombre apareció en la prensa, en uno de los informes de espionaje que –según las pruebas caligráficas– realizó personal a sueldo de la Consejería de Interior de Madrid. En el parte que publicó el diario El País aparecía incluso la matrícula de su coche, en una nota manuscrita. Y Carmen Rodríguez Flores, por motivos de seguridad, se ha visto obligada a vender su coche para comprar uno nuevo con una matrícula menos publicitada. Rodríguez Flores acusa. “No sé por qué he sido espiada, no sé por quién, pero quiero una explicación”, le espeta a Aguirre, que interrumpe su alocución: “Carmen, ¿dónde quieres llegar?” Carmen duda un segundo, pero continúa: “Presidenta, pido simplemente que me ayudes a descubrir al culpable”.

Su posición es firme: si Aguirre cree que El País mintió con la publicación de los partes de espionaje o con el peritaje caligráfico, debería haber puesto una demanda y también encargar un informe caligráfico propio. “No sé quiénes son los señores Gamón o Pinto”, prosigue Rodríguez Flores. “No sé tampoco a qué departamento pertenecen. Lo único que sé es que he sido espiada y por eso pido el amparo de mi presidenta, ya que hasta el día de hoy no he recibido ni una llamada de apoyo. Algunos compañeros no quieren ni hablar conmigo por si se les espía”. El resto de los diputados guardan silencio; es un mano a mano entre Esperanza Aguirre y Carmen Rodríguez Flores, que no se calla: “Yo siempre hablo claro, nunca he hecho daño a nadie, pero he sido espiada y quiero saber por qué”. Aguirre intenta responder, pero Carmen mantiene la palabra: “Te recuerdo, presidenta, que siempre has hecho gala de defender los derechos de las personas, de defender la libertad y la transparencia, y sólo es eso lo que pido para mí”. Tras varios minutos de discusión, Esperanza Aguirre cede: “Carmen, te aseguro que cuentas con mi ayuda, que aparecerá la persona que te siguió, confía en mí”. El secretario que transcribe la reunión propone, “para agilizar el papeleo”, resumir la discusión entre ambas. Carmen Rodríguez Flores se niega: “Quiero que conste en acta”.

Consta en acta. Carmen Rodríguez Flores, a llamadas de este periodista, no ha querido comentar esta tensa reunión, que sí confirman punto por punto varios diputados del PP de Madrid, un grupo de 67 personas con la espada de Garzón sobre su cabeza. La intervención de la diputada Rodríguez Flores es sólo un ejemplo más del estado de descomposición que sufren todos los liderazgos en el PP, un partido que hoy sólo se puede mirar en el espejo histórico del PSOE post-felipista de Borrell y Almunia. Sí, existe una persecución contra el PP. Pero no la lidera el PSOE ni Garzón, sino las propias facciones internas del propio PP, a las que no les importa bombardear el edificio de Génova con tal de heredar el solar. El caso de los espías, las sospechosas adjudicaciones del Gobierno de Madrid, la corrupción destapada por Garzón o los dosieres cruzados tienen un denominador común: todos ellos han llegado a los juzgados o a la prensa gracias a políticos del PP, por la propia guerra interna, un conflicto nuclear.

Si el escándalo de los espías ya era lo bastante terrible como para que el PP temblase, el terremoto posterior ha resquebrajado todas las torres. “Nadie se atreve a usar su propio teléfono móvil”, asegura una persona del Comité Ejecutivo Nacional: “No hay nadie inmaculado en el PP, a casi todos los que llevamos en esto unos cuantos años nos pueden relacionar con Correa y su gente”. Garzón ha mordido en parte blanda y es difícil que suelte su presa. El jueves pidió un informe a la Fiscalía para ver si puede seguir con parte del caso pese a los aforados.

El juez cazador ha conseguido varios imposibles. El primero: que Pedro J. Ramírez y Mariano Rajoy hagan las paces. El lunes ambos líderes de la derecha comieron juntos en Madrid. El segundo: demostrar una vez más la torpeza política de Mariano Bermejo, al que le falta estética y le sobran monterías. Varios miembros del Gobierno están muy descontentos con la falta de prudencia del ministro de Justicia, que ha entregado en la cacería de Sierra Morena una perfecta metáfora (uno señala, otro dispara) a la que el PP, sin razón, se agarra como un clavo ardiendo. El tercero: unir a la derecha, aunque sea sólo por un rato. Nada como un enemigo exterior para apretar las filas en una foto histórica: por primera vez todos los que son alguien en el PP posaron juntos tras su supuesto líder, de cuerpo presente en el funeral. Por primera vez Esperanza Aguirre no se puso en primera línea. Por primera vez Esteban González Pons, prudente, se colocó en un extremo de la esquela; en ese sitio que no salió en la edición final de la foto que publicaron en portada casi todos los diarios.

rajoy-cena1.jpg

Dentro del Congreso de los Diputados, hace semanas que un grupo de parlamentarios del PP trabajan para los idus de marzo, para forzar la dimisión de Mariano Rajoy tras la probable derrota en Galicia y País Vasco. Pero la investigación de Garzón ha cambiado el paso de la revuelta permanente contra Rajoy. Aunque el líder del PP está “escandalizado” por el nivel de golferío que asoma, la corrupción en Madrid y Valencia le ha obligado a posponer el ajuste de cuentas interno hasta después de las urnas. En Génova, a pesar de los escándalos de los cabezas de lista de Ourense y A Coruña, aún creen que con Feijoo es posible. En el PSOE, que está elaborando una encuesta diaria con 800 llamadas telefónicas, no las tienen todas consigo. “La corrupción nos perjudica siempre, aunque no seamos nosotros los corruptos”, dicen desde la dirección del PSOE: “Nuestro votante es mucho más sensible que el del PP a este tipo de casos y corremos el riesgo de que se quede en casa con el argumento de que son todos iguales”. Según sus encuestas, la victoria de la izquierda en Galicia está en apenas dos escaños, un margen muy escaso como para vender ya la piel del oso. Y si el PP recupera Galicia, a Rajoy no le caza ni Garzón.

Pero si cae Rajoy, ¿después qué? La guerra está siendo tan cruenta que todos están heridos. Esperanza Aguirre tiene hoy más posibilidades de acabar jurando en un juzgado que en La Moncloa. Lo mismo le pasa a Camps. Gallardón está saliendo tan limpio del barro que es como para sospechar y Rato está demasiado preocupado por sus negocios. ¿Y Aznar? También preocupado por sus negocios, y por su yerno. Las fotos de la boda de su hija son las únicas de la historia de El Escorial que han pasado, en apenas siete años, del papel cuché del Hola a las hojas amarillentas de un sumario de la Fiscalía Anticorrupción.


feb 11 2009

Cinco claves sobre la corrupción en el PP

1- En la lista de imputados que ha hecho pública Garzón hay una ausencia clamorosa: falta el ex consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo, a pesar de que existen bastantes evidencias que apuntan hacia él. Sin embargo, ni la Fiscalía ni Garzón han decidido imputarle ningún delito, por el momento. ¿La explicación? López Viejo, como diputado regional, es aforado. Si Garzón le imputa un delito, tendría que renunciar a la investigación y pasar el caso inmediatamente al Tribunal Superior de Justicia de Madrid o al Tribunal Supremo, dos juzgados que no cuentan ni con los medios ni con la experiencia de la Audiencia Nacional para llevar un caso así. El método habitual en estos casos -no es la primera vez que sucede- pasa por imputar a los aforados en el último momento, cuando la investigación ya está prácticamente completa. Y a este caso le queda aún mucho recorrido.

2- La ausencia de López Viejo es la más la más evidente, pero podría no ser la única. Es posible que otros nombres, que más adelante aparezcan en el caso, aún no salgan a la luz por su condición de aforados. Ése podría ser el caso de Francisco Granados –ayer ElConfidencial.com publicó que estaba siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción, pero después la Fiscalía lo desmintió–. O también el del presidente de la comisión de investigación sobre los espías, el diputado del PP Benjamín Martín Vasco, que también aparece en las cintas de los pinchazos telefónicos de la Fiscalía. ¡Con razón cambian tanto de móvil en la Puerta del Sol!

3- Pero lo de Francisco Granados llama tanto la atención que la Fiscalía va a tener que poner mucho ingenio para evitar imputarle pronto. Un ex directivo de la constructora DICO denuncia que pagó sobornos a Granados, publica El Confidencial.

4- La cacería contra Garzón, mientras tanto, sigue la letra de toda la vida: unos ponen la música, otros ponen los coros. “Querían cazar otra cosa”, dice Manuel Fraga. “Quieren aniquilar al adversario”, apunta Juan José Güemes, que también exige la dimisión de ambos, del juez y del ministro. Que no sea por no pedir.

5- Y mientras el tango suena, va Ana Botella y desafina. “Me parece muy bien el apoyo interno, pero me gustaría que sea a toda la etapa del partido, incluída la del presidente Aznar”, le ha espetado esta mañana la teniente de alcalde de Madrid a Mariano Rajoy. Tiene gracia el deseo, pues desmonta el cortafuegos levantado por el propio Rajoy, que aseguró en una surrealista rueda de prensa, hace unos días, que dejó de darles negocio a los amigos de Alejandro Agag en cuanto se enteró de que iban por los pueblos de la sierra, (como Curro Jiménez y el estudiante), pidiendo comisiones en el nombre del PP. “Por supuesto Ana que va a ser así y si en algún momento no es así te pido que me lo digas inmediatamente”, respondió Mariano. Por supuesto.


feb 07 2009

«¡Mire cómo tiemblo!»

Jesús Maraña

La comisión de investigación sobre las tramas de espionaje en la Comunidad de Madrid ya ha iniciado su andadura hacia ninguna parte. El pasado jueves, la portavoz de Izquierda Unida, Inés Sabanés, reprochó con absoluta claridad a Esperanza Aguirre en el pleno de la Asamblea el hecho de que pretenda limitar las pesquisas parlamentarias a un simple juego de espías sin trasfondo político. Apuntó certera hacia lo verdaderamente importante: el Gobierno del PP en Madrid debe aclarar no sólo quién y con qué dinero se ha dedicado a espiar al prójimo, sino por qué y para qué lo ha hecho. ¿Contienen los ya famosos dossiers indicios de corrupción que apuntan a lo más alto del PP madrileño y del gobierno autonómico? Esperanza Aguirre levantó la mano, interrumpió el discurso de Sabanés y espetó un sonoro «¡mire cómo tiemblo!».

Efectivamente, la dama más liberal de las filas del PP no teme en absoluto los resultados de una comisión de investigación que está presidida por un diputado del PP y cuya secretaria será nada menos que Gádor Ongil, ex consejera del gobierno de Aguirre y estrechamente relacionada con otro nombre clave en la compleja red del PP de Madrid, Mario Mingo, médico de Aznar y especialista en poner y quitar alcaldes en esa zona noroeste de la comunidad que ayer mismo el juez Garzón empezó a peinar con el objetivo de aclarar las oscuras relaciones entre determinados constructores y ciertos personajes (¡oh, sorpresa!), también vinculados al PP.

Más en Buzón de voz


feb 05 2009

De los González y Aguirre de toda la vida

Confirmado: la familia no peligra en España. Lo dice el Vaticano, en boca de Tarcisio Bertone, en las narices de Rouco Varela. Y la doctrina la confirman con la práctica los González y González, una saga a la que la suerte sonríe tanto en los negocios como a Carlos Fabra en el azar. Al cuñado y al hermano del vicepresidente de la Comunidad de Madrid la familia les va bien, gracias. Gracias a Ignacio González González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid y presidente del Canal de Isabel II, que adjudicó un campo de golf sobre los depósitos del Canal a la desconocida Tecnoconcrent, una empresa fundada por un socio de su hermano y su cuñado que, casualmente, han entrado en el capital de la misma hace sólo tres meses. Ponga un González en su vida. No González, no party. González lava más blanco.

Mientras la trama de las adjudicaciones del Canal cada vez huele más a letrina, Esperanza Aguirre sólo quiere hablar de los espías, y para decir que nunca han existido; que si alguien espiaba era porque en Madrid hay tanto funcionario que no hay quien controle su tiempo libre. La lideresa ha caído en un bucle nada melancólico. Empezó negando el espionaje en Madrid con el argumento de que se trataba de una cortina de humo gubernamental para esconder la mala situación económica. A las dos semanas, ante las evidencias y las presiones de Rajoy, se vio obligada a abrir una comisión de investigación. Y ahora no sólo vuelve a la cortina de humo (no hay duda, el temporal de nieve también es cómplice) sino que cita a los clásicos: y tú más.

Si ése es el espíritu de quien abre una comisión de investigación, la segunda de su Gobierno tras el tamayazo, ¿para qué seguir? Si se trata de aclarar el caso de los espías, Aguirre lo tiene claro. Fue Narcís Serra. Dispérsense y no me formen grupos, que aquí no hay nada más que investigar.


feb 05 2009

Una firma beneficiada por González tiene de socio a su hermano

Manuel Rico

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, adjudicó en diciembre de 2006 la explotación de un campo de golf en el centro de Madrid a un consorcio integrado por tres sociedades, una de ellas denominada Tecnoconcret. Pues bien, el 10 de noviembre de 2008, uno de los hermanos de González compró más del 30% de las acciones de dicha empresa. Y un porcentaje idéntico adquirió José Juan Caballero, uno de los cuñados del número dos de Esperanza Aguirre.

Más en Público


feb 04 2009

Tanto espía, espía tanto

José Andrés Torres Mora

La vida es contradictoria. Hay monstruos que metabolizan nuestros ataques y se hacen más poderosos con nuestros proyectiles. La antipolítica es uno de esos monstruos. En los años del GIL, sus dirigentes metabolizaban su propia corrupción usándola como prueba de su honestidad: “Nosotros no engañamos a nadie, es verdad que somos tan corruptos como los políticos, pero a cambio somos más eficaces”.
Con el asunto del espionaje en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) corremos el riesgo de que, una vez más, nuestras críticas no le afecten o incluso terminen por hacer más poderoso al monstruo de la antipolítica. Un monstruo que se alimenta de extender la desconfianza y el desprecio a nuestras instituciones y a nuestros representantes por igual, sin distinción de color político ni de trayectorias personales. Por eso, cuando concluimos que el problema del espionaje en la CAM es un problema de desconfianza entre los distintos grupos del PP, pese a ser verdad, nos quedamos peligrosamente cortos en nuestro análisis.

Para un demócrata, que los políticos de un mismo partido no se fíen unos de otros es un argumento demoledor contra ese partido. Pero para el antipolítico ese dato es un verdadero triunfo a la hora de argumentar contra el sistema en su conjunto. El argumento de la desconfianza desplaza el debate público del eje de la política al de la naturaleza humana. Al establecer el marco de la desconfianza, todo el razonamiento tiende a exonerar precisamente la acción más corrupta, la de espiar, para centrar nuestra atención en la sospecha de que los políticos hacen cosas malas, se corrompen, etcétera. En esa lógica, espiar sería una especie de mal menor, casi necesario, obligado por la corrupción intrínseca que se le atribuye a la política.

Más en Dominio Público


feb 03 2009

Rajoy: mejor vago que cómplice

Hagan como Mariano Rajoy: no se metan en política, que sólo trae problemas. El presidente del PP ha tardado dos semanas en atreverse a responder a las preguntas de los periodistas sobre el escándalo de los espías de Madrid. Y cuando por fin se ha animado, ha sido para decir que no sabe, no contesta. “Jamás he visto un dossier de esos”, ha asegurado Rajoy. Es la opción menos mala que le quedaba: mejor negar tener constancia de ese informe donde se acusa de corrupción a Ignacio González –a pesar de que circuló por Génova durante casi dos años– que admitir que lo sabía y no hizo nada. Con esta respuesta, Rajoy se cubre: si las sospechosas adjudicaciones de la Comunidad de Madrid acaban finalmente ante un juzgado, nadie podrá pedir responsabilidades al indolente líder del PP; mejor vago que cómplice.

El drama de Rajoy es el de siempre: que los problemas no se arreglan solos, que los dinosaurios no desaparecen ni después de una siesta de dos semanas. La crisis interna a la que se enfrenta el PP es la más grave desde que preside el partido, que ya es decir. Y eso que todos los actores políticos que participan en el juego, incluida la oposición, limitan el escándalo al espionaje, sin preguntar, por ejemplo, qué hace el vicepresidente de Madrid pagando dos billetes de avión con más de ocho mil euros en efectivo (¿acaso tiene un bar?, ¿un taxi?, ¿una lavandería?) O para qué necesita el Gobierno de Aguirre cambiar de teléfono móvil cada dos semanas, como en la serie The Wire.

Las respuestas no saldrán de la recién aceptada comisión de investigación de la Asamblea de Madrid, ese paripé del que ya está pactado el resultado político. Según fuentes del PP, Esperanza Aguirre ha acordado con Mariano Rajoy entregar en un mes la cabeza de Francisco Granados y más tarde, en julio, la de Ignacio González, que abandonará la política alegando motivos personales. La trampa para Rajoy es que julio no es que esté lejos, es que queda al otro lado del futuro. Y que para entonces, tras las europeas, es Mariano Rajoy quien tiene más papeletas para dejar la política.


feb 03 2009

Cinco preguntas para Ignacio González

1. ¿Cuál es el origen de los 8.000 euros en metálico que, según el vicepresidente, utilizó para pagar el viaje a Johannesburgo?

2. ¿Es cierto que tiene una caja de caudales en Barclays, como se afirma en el ‘dossier’ sobre González que manejó la cúpula del PP?

3. ¿Por qué mintió el vicepresidente sobre las adjudicaciones concedidas al empresario Enrique Sánchez, con el que viajó a Suráfrica?

4. ¿Por qué adjudicó González la explotación de un campo de golf en el centro de Madrid al socio de su hermano?

5. ¿Por qué concedió la gestión de la señal de las televisiones digitales locales a empresas vinculadas al director del Canal de Isabel II y persona de su máxima confianza, Ildefonso de Miguel?

Las hace Manuel Rico


feb 02 2009

The Wire

Los altos cargos de la Comunidad de Madrid cambian de teléfono móvil cada 15 días para evitar rastreos. ¿Y para qué tanto secreto? Es difícil que lo sepamos. Por lo pronto, Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre han llegado a un pacto de mínimos: yo abro una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, tú cierras la investigación interna del partido. Y tan amigos.


ene 31 2009

Comunidad de Madrid: las sumas de todos

Una rectificación: hace cuatro días publiqué que Pedro Antonio Martín Marín –ex secretario de Comunicación de Aznar y compañero de viajes a Suráfrica de Ignacio González– tiene una hija que trabaja en el Canal de Isabel II. No es exacto. En realidad son dos los hijos de Martín Marín colocados en el entorno de Aguirre: una en el canal, otro en Caja Madrid; como dice el eslogan de la Comunidad de Madrid, “la suma de todos”. También está sumado en el Canal, por ejemplo, un primo de Esperanza Aguirre, Francisco Javier Aguirre Pemán, como subdirector de marketing. O un hermano de Francisco Granados, el consejero de Interior de Madrid.

El Canal de Esperanza II and friends lo preside Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid. El director gerente del Canal es Ildefonso de Miguel, amigo y compañero de aventuras de Martín Marín, que también tiene sumada a su mujer, Concepción Ruano, como consejera de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid. También suma lo suyo el cuñado de Ildefonso, Fernando Ruano, consejero delegado de la empresa que difunde la señal de las emisoras de TDT que adjudicó Aguirre. O Pablo González González y José Juan Caballero Escudier, un hermano y un cuñado de Ignacio González, que, casualmente, son socios de uno de los beneficiados por la concesión de un campo de golf sobre los depósitos del Canal en Madrid.

Ildefonso de Miguel también suma en su patrimonio reciente una bodega en la Ribera del Duero que, entre otros milagros espiritosos, consiguió que Caja Madrid comprase un pedido de varios cientos de miles de euros en botellas para regalar por Navidad, hace un año. Aunque de regalos comprados o inspirados desde el Gobierno de Madrid, la que más suma es Carmen Cafranga, consejera de Caja Madrid y accionista de una empresa de subastas de arte que preside Lourdes Cavero, la mujer de Ignacio González. Las distintas empresas propiedad de Cafranga no sólo han recibido más de dos millones de euros en subvenciones y contratos de la Comunidad, sino que también son proveedoras habituales de regalos de empresa del Gobierno madrileño, un tipo de compras que requiere menos papeleo. Esperanza Aguirre se cuenta entre sus mejores clientes. Al rentable negocio del arte y las antigüedades también se dedicaba otra señora del vicepresidente, la ex mujer de Rodrigo Rato, Ángeles Alarcó, que ahora es vicepresidenta ejecutiva de Turismo de Madrid por obra y gracia de Esperanza Aguirre.

Aquí el que no suma es porque no quiere, o porque no tiene familia que le quiera. La cuñada de Ignacio González, Carmen Cavero, es también una de las consejeras ‘independientes’ que se ha sumado junto a otros expertos economistas, como Ángel Acebes o Manuel Lamela, al consejo de administración de Cibeles, la nueva corporación financiera de Caja Madrid. El sueldo por este ‘trabajo’, que no exige dedicación exclusiva, ronda los 150.000 euros anuales, más tarjeta de crédito y coche. Acebes ha preguntado al Congreso si además puede mantener el sueldo de diputado. ¿Se pierde usted con tanto cero, tanto hermano y tanto cuñado? ¿Se siente un poco primo? Pues me dejo familia en el tintero; esto sólo acaba de empezar.

Hace cuatro días, uno de los principales bufetes de abogados de Madrid envió a varias redacciones un burofax donde aconsejaba a los medios que se abstuviesen de publicar informaciones relacionadas con la vida privada de los familiares y allegados del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Queridos abogados: gracias por el consejo. Pero no es una cuestión de vida privada sino de responsabilidad pública; que el César, y su mujer, hagan lo que quieran con su honra, pero que no se forren con los terrenos del acueducto. A estas alturas de la película, lo que empezó pareciendo una comedia de espías ha terminado siendo un thriller de terror: un remake de Huevos de oro de Bigas Luna mezclado con La escopeta nacional de Berlanga. No es por quitarle importancia a algo tan grave como que un gobierno utilice su poder para espiar a sus rivales políticos –en el país modelo de los liberales, EEUU, eso le cuesta el puesto al presidente–. Pero viendo el resto del iceberg, la forma de gestionar el Gobierno de Madrid como si fuese un ultramarinos familiar y, sobre todo, las fundadas sospechas sobre muchas de las adjudicaciones, lo que menos se entiende es que la Justicia española tenga tiempo y recursos para investigar al ejército israelí en Gaza –que también–, pero no mire lo que pasa en la Puerta del Sol. ¿A qué espera la Fiscalía Anticorrupción para actuar? ¿A qué espera el PSOE de Madrid para pedirlo? Lo que con tamayazo empieza, muy mal acaba.

Papelón también el de Mariano Rajoy, que ha encargado la investigación interna sobre los espías a la imparcial María Dolores de Cospedal, ex consejera de Aguirre y compañera de vacaciones en Marbella de González. Y, lo que más molesta a muchos en el PP, ha permitido con su silencio que la versión que quedase en los medios del enfrentamiento entre Ignacio González y el histórico tesorero de Génova, Álvaro Lapuerta, fuese la que filtró el equipo de Aguirre. La reunión entre Lapuerta y González no fue en Génova, sino en la Puerta del Sol. “Quiero que nos veamos en tu despacho y así grabas lo que te tengo que decir”, le espetó Lapuerta a González. ¿Su denuncia? Unos constructores –una UTE liderada por una familia de Sevilla y un empresario de Madrid– le habían pedido que intercediese porque les querían cobrar una comisión tras haber quedado primeros en el informe de los técnicos para la concesión de la obra de una carretera de la Comunidad. ¿El resultado? González lo negó todo, el concurso quedó primero desierto y después lo ganó otra constructora… y Lapuerta comenzó a ser espiado.

Esperanza Aguirre, tremendamente preocupada por los acontecimientos, lleva toda la semana buscando un pacto con Rajoy para al menos parar la investigación interna. El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, que está al mismo tiempo en el Gobierno de Madrid y en la ejecutiva de Rajoy (su suegro, el afortunado Carlos Fabra, obró el milagro), ha hecho intentos de acercamiento, entre otros, con Alfredo Prada, uno de los espiados. Güemes le telefoneó el lunes, Prada despachó la llamada con frialdad y transmitió el recado a Rajoy, que tampoco se fía.

En Génova, después de haberse lanzado a investigar, creen que el asunto no se puede cerrar sin que haya al menos un cabeza de turco. Desde la Comunidad de Madrid juegan a que la guillotina no llegue muy arriba y que la testa que ruede sea, como mucho, la de Francisco Granados, el consejero de Interior al que todos puenteaban. Pero en Génova piden también la salida de Ignacio González, algo inaceptable para Aguirre, que prefiere afrontar una guerra total antes que matar a un poderoso número dos que tiene alma de cualquier cosa menos de mártir. La situación cada vez se parece más al chiste del dentista, ése al que su paciente agarra de los testículos mientras le dice: “¿Verdad que no nos queremos hacer daño?” Sólo que aquí hay una docena de dentistas, una veintena de pacientes y cientos de testículos en mano y dossier ajeno. Y todos quieren hacer la tortilla de siempre, pero sin romper ni un huevo.


ene 30 2009

Familia

El Gobierno de Aguirre ha adjudicado contratos millonarios a la socia de la mujer de Ignacio González


ene 30 2009

El PP paga la crisis de los espías

Público y El País coinciden con sendas encuestas y parecidos resultados. Según el Publiscopio, el PP cae respecto al PSOE y se sitúa a 3,5 puntos de distancia. Según El País, el derrumbe es incluso mayor. Viendo datos, nadie diría que España esté entrando en la peor recesión en medio siglo. Y sí, el PSOE paga la factura de la economía, pero aún así crece con respecto al PP

Pero si el bosque parece feo para el PP, la cosa queda aún peor cuando se baja el detalle de cada árbol. El PP retrocede, y sus votantes se pasan a UPyD, que ya aparece, según Público, como el tercer partido político de España en estimación de voto, por delante de IU. Y, lo más preocupante, la imagen de Rajoy entre sus propios seguidores cada día es peor: más de la mitad de los votantes del PP no confían en él.


ene 29 2009

La Comunidad de Madrid, una empresa familiar

Ildefonso de Miguel, gerente del Canal de Isabel II y propietario de un patrimonio que debería explicar. Su mujer, Concepción Ruano, es consejera de la Camara de Cuentas de la Comunidad de Madrid. Su cuñado, Fernando Ruano Puente, ha sido socio y administrador único de varias empresas beneficiadas por decisiones de la Comunidad de Madrid, junto con Pablo González González –hermano de Ignacio González– y José Juan Caballero Escudier –cuñado de Ignacio González–. Ildefonso fue director general de Quiero TV y también es amigo y ex socio en varios aventuras de Pedro Antonio Martín Marín.

Pedro Antonio Martín Marín, compañero de viajes de Ignacio González. Su hija trabaja en la fundación del Canal de Isabel II, que preside González. Su yerno es Borja Sarasola, número cuatro del PP de Madrid y viceconsejero de González en el gobierno de Esperanza Aguirre.

Francisco Javier Aguirre Pemán es subdirector de márketing del Canal de Isabel II y también primo de Esperanza Aguirre.

Ángeles Alarcó, ex mujer de Rodrigo Rato y dueña de una muy rentable tienda de antiguedades en el madrileño barrio de Salamanca, es vicepresidenta ejecutiva de Turismo de Madrid.

Sergio Gamón, ex jefe de escoltas de Esperanza Aguirre, es el jefe de los supuestos espías de la Comunidad. Su mujer fue contratada como secretaria de Manuel Soriano, entonces director general de Telemadrid, después de que la anterior secretaria le denunciase por acoso sexual. Su hija, María del Carmen Gamón, es concejala del PP de Fuenlabrada y también presidenta de Nuevas Generaciones del PP en esta localidad de Madrid.

Juan José Güemes, consejero de Sanidad de Madrid, es también yerno de Carlos Fabra. Su hermana, Rocío Güemes Barrios, es la directora de Estrategia Empresarial del Instituto Madrileño de Desarrollo.

Isabel González González, hermana de Ignacio González. Fue jefa de la Secretaría del Secretario de Estado para el Deporte, por donde también pasó Pedro Antonio Martín Marín. Ahora es, entre otras cosas, diputada de la Asamblea de Madrid.

Como dice el eslogan: Madrid, la suma de todos.

…(continuará)

————–

Los hijos de buena familia son más listos y cuando concursan en una oposición tienen más posibilidades de alcanzar el éxito. En una casa de personas prominentes, los hijos salen con más posibilidades.

Manuel Fraga, 7 de marzo de 1998


ene 28 2009

Pedro Antonio Martín Marín, el tercer pasajero

“No comento mis viajes privados con mis amigos, no tengo nada que comentar”. Pedro Antonio Martín Marín, ex secretario de Comunicación de José María Aznar entre otros muchos cargos, acompañó a Ignacio González y al empresario Enrique Sánchez en el polémico vuelo a Sudáfrica de marzo de 2008. Martín Marín, en una entrevista telefónica, no ha querido explicar quién y de qué modo pagó estos billetes en clase business: “Ya no soy un personaje público, no tengo por qué responder”. “Lo único que quiero es que se sepa cuanto antes quién ha confeccionado esos dossieres y quién los ha pagado”, dijo Martín Marín, que no estudia presentar una demanda en relación a esos informes, donde su nombre aparece como uno de los hombres de confianza de Ignacio González. “De momento, no me han acusado de nada”. Tampoco ha querido valorar la información que publicó el diario El Mundo, que afirma que un anónimo llegado a Esperanza Aguirre lo relacionaba con Segurisa, la empresa de su amigo y compañero de viaje a Sudáfrica, Enrique Sánchez. “Sin comentarios”.

“No cobro ni un duro de la Comunidad de Madrid”, afirma. Sin embargo, Martín Marín mantiene vínculos políticos, y no sólo de amistad, con el Gobierno de Madrid. Es vicepresidente del Consejo Taurino, un organo consultivo de la Comunidad de Madrid que participa de la gestión de la plaza de toros de Las Ventas. Es consejero de Avalmadrid, una entidad financiera participada, entre otras, por la Comunidad y Caja Madrid. Y también preside Madrid Deportes y Espectáculos S. A, la empresa que gestiona el Palacio de los Deportes de Madrid. En esta sociedad participan, entre otros, el Grupo Recoletos –hoy propiedad de Unidad Editorial, la editora de El Mundo– , Caja Madrid o el Grupo Trapsa –propiedad del actual presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán–.

Según fuentes del PP de Madrid, Pedro Antonio Martín Marín despacha “a diario” con Ignacio González y una de sus hijas, Pilar Martin, trabaja en la Fundación Canal de Isabel II. Su yerno, Borja Sarasola, es número cuatro del PP de Madrid y viceconsejero de Ignacio González.

——————–

Más detalles en Público sobre el patrimonio y los manejos del vicepresidente de Esperanza Aguirre: Los contratos sospechosos de Ignacio González, por Manolo Rico


« Página anteriorPágina siguiente »