Impresionados por el fuego de Fahrenheit 9/11, los medios se volcaron para informar de la movilización de la izquierda. Parecía una marea imparable. No se dieron cuenta de la movilización social de la derecha. Como mucho, se fijaron en la que tenía un aspecto más sombrío: la de los sectores más extremistas de la derecha religiosa. Y no fue la única.

Canal Plus ofreció a sus abonados una lista de películas y documentales de gran calidad relacionados con EEUU. Gracias. Lo malo es que todos ellos daban una visión terrible de EEUU: pena de muerte, pedofilia, intolerancia religiosa, armas y violencia. Aunque sólo sea porque es un país muy grande, es evidente que hay otra cara de los norteamericanos de la que no hemos informado. No a todos los norteamericanos les gusta desayunarse un niño iraquí por las mañanas. Ni siquiera a todos los votantes de Bush.

Yo soy el primero que critica a este país, pero la verdad es que los medios españoles me decepcionan en su acercamiento sesgado y sensacionalista. Iñigo en esto (y yo diría que en el resto del artículo) lo clava.

El NYT se atreve a decir que el emperador está desnudo: EE.UU. es fundamentalmente un país de derechas. Ahora que los demócratas le encuentren una solución al acertijo, pero que dejen de engañarse con el voto joven, el voto que hay que movilizar y otras zarandajas.

Edwards está acabado. En lo demás estoy de acuerdo en mayor o menor parte.

Yo estoy de acuerdo en casi todo con Íñigo, como de costumbre. Pero discrepo en lo de Edwards. No pudo ganar ni en su propio estado.

Quizás Edwards el individuo está efectivamente acabado (aunque lo dudo). Pero lo de que necesitan un "Edwards" me parece irrebatible, y que se olviden de Hillary o de la gran promesa afroamericana. Y si no, un "Clark" (todavía pienso que ésa habría sido la mejor opción, a pesar de todo: General Clark - John Edwards).

Me contaba un estudiante republicano evangelista de Carolina del Sur que odia a Chenney a muerte pero quiere que gane Bush que cuando Edwards aparecía por las dos Carolinas y le hablaba a "la gente corriente" de los puestos de trabajo perdidos, etc, esta gente a pesar de todo lo veía muy lejos, aliado con esa gente incomprensible del norte que apoya el ateísmo (defender con cierto énfasis la separación estado/iglesia es hoy, para muchos, ateísmo) y los matrimonios homosexuales. Parece que si hay un sureño debe ser el que esté al mando, y si es posible tener dos, mejor.

No había leído la respuesta de Nacho cuando escribí lo anterior, pero tras vivir tres años en Carolina del Norte yo diría que lo de que un demócrata gane allí es misión imposible. Pero sí puede ganar en estados sureños menos "rojos", como indica Iñigo.

A esto que menciona Iñigo es a lo que me refería hace unos posts cuando decía que no hay más cera que la que arde. Nos podemos hacer las pajas mentales que queramos desde la visión "europea", pero en los EEUU no hay más que rascar. No digo que no haya gente con inquietudes, pero los fundamentalistas de pro y los que se acercan a esta postura nada más les tocas la tecla clave, son más, muchísimos más. Y el resto, son bastante de derechas.
Hay que vivir en ese país para respirar estas cosas. Te las pueden contar, pero si has estado allí el suficiente tiempo, ya te pueden venir después con tambores y trompetas made in Canada o made in Europe, que los cuentos que te cuenten serán eso, cuentos. Lo mismo digo para los que hablan de los EEUU como el paraíso democrático par excellence donde la izquierda y la derecha luchan encarnizadamente por conseguir el poder.
Estoy con Antonio en algo: que los demócratas se lo curren. Tiempo tienen. Pero no lo estoy en que Clark sea una buena opción. Ese tío parece un muerto y necesitan a alguien con simpatía y dicharachero (amén de todos los otros atributos que se le presupone a un futuro presidente de los EEUU).

Ya me extrañaba que me dejaras escaparme con lo de Clark ;-). Debo confesar que a Clark lo he visto poco en la tele, así que no tengo opinión de primera mano en eso.

Ayer mismo salió en un programa diciendo, con su cara de muerto sereno, algo muy curioso. Tras el 11-S él estuvo unos días más en su cargo. Pues resulta que altos oficiales de los servicios de inteligencia le dijeron que se atacaría Irak.
Y estamos hablando de septiembre del 2001.