Babyface, el montaje del director
Marta Peirano
Todo coleccionista, archivista o funcionario de documentación sueña con este momento. El milagro ocurre raramente, pero ocurre. Y le ocurrió al comisario de cine de la biblioteca del Congreso Michael Mashon cuando descubrió que tenía dos copias de la misma película y una era ligeramente más larga que la original: A los cinco minutos supe que se trataba de una versión diferente. No puedo ni empezar a describir la alegría inmensa del descubrimiento, la emoción de saber que era la primera persona desde 1933 que veía la versión sin censurar de Baby Face.
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Publicado por Ignacio Escolar a las Enero 18, 2005 12:00 AM | TrackBack