“Aunque todo está cerrado, no firmaré el contrato hasta después de las elecciones”. Bernie Ecclestone, el dueño de la F1, el amigo de Aznar, sólo llevará un gran premio a Valencia si el PP de Francisco Camps y Rita Barberá ganan las elecciones. El planteamiento no puede ser más bananero. De tanto negociar con oligarcas petroleros, Bernie Ecclestone debe de pensar que Valencia es otro cortijo. Que los empresarios del ladrillo hagan pasta en los palcos del fútbol y para ello inviertan en galácticos que sólo jugarán si ellos ganan está feo, pero al menos se trata de su dinero. En el fichaje de la F1, la exclusiva del PP ¿quién la paga? ¿Cuánto se lleva el yernísimo, Alejandro Agag, de la operación? ¿Por qué trata el PP a los valencianos como si fuesen idiotas?