Soy Notario. Tengo 29 años. He pasado 4 -tengo compañeros que han estado más de 15, yo soy de los más jóvenes- estudiando encerrado 12 horas al día en una habitación. Me entristece y me indigna a partes iguales este demagógico, indocumentado e ignorante artículo, así como ciertos comentarios al mismo. Para empezar, los Notarios -y Registradores- no tenemos sueldo, cobramos en función de un arancel aprobado por el Gobierno -el actual data de 1989, sin actualización conforme IPC ninguna-, y sólo por los documentos que autoricemos, nadie nos asegura un salario mínimo. Hoy día, hay muchas Notarías perdiendo dinero. La figura del Notario no existe en el mundo anglosajón, pero porque es un sistema jurídico totalmente distinto al nuestro -por cierto, el Gobierno de EEUU tiene una comisión para estudiar y tratar de implantar el modelo notarial-registral español allí, y evitar, por ejemplo, desfalcos como las hipotecas sub-prime-. El Notario es una asesor jurídico imparcial y bien formado -rara avis en este país-, que desempeña una función protectora de las partes contratantes más débiles -en un solo año de experiencia profesional, he dejado de autorizar -y, desde el punto de vista de Uds., de cobrar- varias escrituras por asesorar debidamente al consumidor frente a un banco/promotor-, además de ser un privilegiado actor en la lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales -varias leyes recientes así lo atestiguan-. Se alega en el artículo el ser la autorización notarial un coste añadido que retarda la creación de empresas: ¡el otro día autoricé una escritura de constitución de SL encargada por el cliente esa misma mañana! ¿Pero qué Administración Pública funciona con tal eficacia? Y la función social del Notariado: hay documentos, como los testamentos, de importancia vital -y nunca mejor dicho- que son económicamente improductivos para una Notaría -¡un testamento no cuesta ni cuarenta euros, y muchas veces conlleva su realización horas de asesoramiento para tratar de plasmar la verdadera última voluntad del testador!
Señoras y señores, de verdad, infórmense antes de hablar. Hay varias encuestas que demuestran que el Notariado es la segunda institución en la que más confían los españoles, tras la Corona, algo tendrá el agua cuando la bendicen… Y si tan “chollo” les parece a algunos esta profesión, el acceso es libre y totalmente igualitario para todo el mundo -aquí no hay enchufe de ningún tipo, y la preparación de las oposiciones es gratuita en muchos casos, como el mío-: sólo hay que estudiar la Licenciatura de Derecho y luego sacrificar los mejores años de la juventud en estudiar 400 temas de oposiciones. ¡Suerte a los que se atrevan con ello!
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